Legado









El castillo.

Ya en los orígenes del pueblo se habla de una fortaleza musulmana mencionada por Hernando de Zafra, en cuyos alrededores se forma el pueblo. Es un edificio de planta cuadrada con cuatro torreones adosados, dándole el aspecto de un fortín. Parece que fue objeto de numerosos ataques y deterioros, pues ya en 1501 se recoge un informe en el que se dice que la fortaleza de Gérgal necesita reparos.

En 1568 el castillo es protagonista de los hechos que ya hemos relatado en la rebelión y guerra de los moriscos. Su protagonismo vuelve a tomar vigencia en el siglo XVII cuando es elegido como una de las fortalezas para defender al territorio almeriense de la penetración de los piratas argelinos y berberiscos. De esta fortaleza se dice que sería necesario que tuviese presidio y por lo menos 30 soldados para luchar contra los moros que se escondían en la rambla verdelecha que está en el término de Gérgal.


"Iglesia de Stª. María"


"Castillo de Gérgal"

Este castillo fue abandonado y ha estado en estado ruinoso, siendo elegido por la chiquillería gergaleña durante muchas décadas como lugar de sus aventuras y juegos. Hace unos años fue restaurado y posteriormente habitado por una familia proveniente del mismo pueblo de Gérgal.

La iglesia de Santa María de Gérgal se remonta a 1505. Es una iglesia de ladrillo, con tres naves, con una capilla mayor separada por un arco toral, y una esbelta torre. La nave central se cubre con una armadura de lima rectangular, de parca decoración, que se centra en la pareja de tirantes sostenidos en canes decorados con estrellas de ocho puntas unos, y con lazos de cuatro, otros.

Sustentan el alfarje arcos de medio punto, como los de Santiago en Almería y Vélez-Blanco. Las naves laterales se cubren con armaduras de colgadizo y tienen diez altares.








 
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