No debe Perderse










De alargada figura, Gergal, descansa en la falda meridional de la Sierra de los Filabres, separado del curso fluvial de mayor rango.

Si atendemos a su ubicación y entorno, lo reconoceremos como una "puerta del Río Nacimiento", convirtiéndose en el último eslabón de las tierras del desierto, hacia la vegetación más frondosa del valle. Su origen, parece confundirse con el de la propia fortaleza que lo protege, aunque se constatan yacimientos arqueológicos ligados a la cultura de El Argar y sepulturas de santuarios y ermitas musulmanas, que encontraban en estos montes la soledad necesaria para su retiro.en la rambla verdelecha que está en el término de Gérgal.


"Castillo de Gérgal"

Indudablemente, la figura del magnífico castillo, llama nuestra atención. Su sólido aspecto, de estilo lombardo resalta sobre la ladera repleta de bancales y ribazos; testigos de penurias y necesidades, felizmente olvidadas. Si desea visitarlo, concierte una cita con su propietario.


"Vista de Gérgal"

Seguro que, amablemente, se lo enseñará y le contará que su adquisición fue la causa de su buen estado y conservación, que lo sacó definitivamente del abandono y del olvido.

Ya que nos hemos acercado hasta aquí, visitemos la iglesia múdejar de Santa María, del siglo XVI. Si entramos en el templo, podremos admirar interesantes cubiertas de ese mismo estilo, destacando la central con dos tirantes.








 
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